Ser mujer: habitar mi cuerpo .     Muchas veces hablamos y debatimos acerca de lo femenino; y obviamos lo más básico: ¿qué nos identifica como mujeres?  Para mí, la respuesta es muy obvia: ser mujer es tener y habitar un cuerpo de mujer. Un cuerpo que tiene pechos, caderas, un vientre con capacidad para crear, albergar y alumbrar la vida. Una sexualidad peculiar y diferente de la masculina.   Nuestro cuerpo está ligado a los ciclos: tiene mareas y es sabio. Nos indica lo que necesitamos en cada momento. Ignorar los mensajes de nuestro cuerpo femenino nos enferma y nos destruye.             Vivir de espaldas a nuestro cuerpo significa, por ejemplo, querer que nuestra imagen física se parezca a la imagen ideal de la belleza femenina que difunden los medios. Vivir de espaldas a él es ignorar que menstruamos y que la menstruación nos indica cuáles son nuestras necesidades en cada momento del ciclo y qué cualidad de  energía tenemos a nuestra disposición.   Enfadarnos con nuestra menst...