Las consecuencias de la imagen   ideal de la “madre perfecta”  que muchas mujeres nos imponemos, genera en nosotras mucha  culpa, frustración, y ansiedad.   Ya no se trata solamente de saber “hacer croquetas”, no. El ideal va mucho más allá.   Las madres perfectas leen todo cuanto aparece en el mercado acerca de cómo criar y educar un hijo; arrasan las bibliotecas, puesto que la maternidad es ese oficio en el cual “primero ejerces y luego te sacas la carrera”.   Las madres perfectas intentarán saber no sólo cómo alimentar a su hijo equilibradamente, sino también saber cómo ocuparse de su educación , de su ocio , de sus emociones , de sus manualidade s, de sus deberes . No es extraño que utilicen el plural para referirse a los trabajos escolares, “tenemos un trabajo” . Por no hablar de la competitividad que se desata  con los grupos de WhatsApp de las madres del colegi o. Intentado controlar que todo sea perfecto para nuestr@ hij@, ya que, en definitiva, eso habla de no...